martes, 20 de diciembre de 2011

De seres fantásticos... (XIV)













Llueve. Espero el autobús. Distingo a un hombre que se acerca caminando: lleva un gorro de lana en la cabeza y una mascarilla quirúrgica en la boca. Está empapado. Me llama la atención su aspecto (esto no es Japón)y le observo, pero él no parece haber reparado en mí. La calle está completamente desierta a esta hora del día. El individuo llega a mi altura. Entonces dice mi nombre: Carlos, sin dirigirme siquiera una mirada. Me quedo mirándole sorprendido. Veo como se aleja. Las manos en los bolsillos.