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viernes, 1 de abril de 2011

Mapa de la ciudad...


















Gusanos grises circunvalan la ciudad. Dragones en las azoteas de los edificios. Pirámides invisibles.

Esos mismos edificios presentan las manchas de la maldad. Cualquiera puede verlo.

Los solitarios transitan los gusanos. Y cuando regresan a sus edificios siguen sintiéndose solos. Y se asoman a la ventana. Y desde allí dejan caer la ceniza de sus corazones.

Abajo, hay otros hechos de ceniza que añoran el barro que fueron.

Todo está bien atado. Los oscuros hombres son incapaces de escalar las pirámides. Su ojo es un órgano incapaz.

Kaputnik...






















Cuando volvían los astronautas, los refugiaban en Hoteles. Cuarentena decían. Decían que había que ver. Les ponían en Otro lugar parecido a La Luna. Les ponían Putillas & Drogas. Y los astronautas comenzaban a Escribir poesía. Y eran bellos poemas. Sobre Cosas que Nadie había visto. Ni llegarían a ver. Y lloraban por ello. Luego Lloraban por Esto Y Por Lo otro. Las putas lloraban sobre sus penes Tiesos. Después se las chupaban.

Ellos eyaculaban pequeñas eyecciones de Rocas lunares.

lunes, 14 de febrero de 2011

A la hora del cohete...




-Bernard Monterosso cae desplomado en una acera de Nueva York.

-En el verano de 2097 la isla canaria de El Hierro se fragmenta y cae sobre sí misma provocando un tsunami jamás conocido.

-Un joven moreno, alto y delgado camina raudo y cabizbajo. No va a ningún sitio.

-“Oh, hermanos, esto es lo mejor, desplazarse sin sitio donde ir. Escuchadme, escuchadme, o dejadme de lado. Da igual. Todo da igual.”

-El tsunami de El Hierro devasta la costa este de EEUU.

-El joven moreno, raudo y cabizbajo salta sobre las ciudades y cae en el Desierto.

-En África ya no viven negros. Viven chinos. Hay una guerra abierta entre los estados musulmanes del norte y los chinos subsaharianos.

-En Europa se vive bajo una cúpula de cristal. Europa es África y es Asia.

-Bernard Monterosso no tiene dinero.

-La gente no suele tener nombre.

-Nueva York es un manglar, y Miami es un manglar.

-En África la guerra se dirime básicamente cuerpo a cuerpo.

-Nadie se dedica a nada y todos se dedican a todo.

-Llueve mucho por todos lados y hace un calor insoportable. Huele mal. A materia descompuesta y corrupción.

-Los cocodrilos viven en los manglares. Y comen hombres. Los hombres también comen hombres.

-Algunos hacen rituales. Y comen cocodrilos y caimanes. Los hombres son brutales. Las bestias salvajes se alimentan.

-La Estrella Metálica es visible en todo El Mundo con solo alzar la cabeza.

-Bombas atómicas de mano con sus preciosos espectáculos.



-Lo que se juega es la conquista de lo microscópico, de lo nuclear. El sitio donde se librará la próxima guerra definitiva.

-Como todas las guerras. Próximas y definitivas.

-A Bernard Monterosso la duele la cabeza. No vale para nada.

-Los jóvenes lo son cada vez durante más tiempo. Barrios enteros rebosantes de jóvenes cincuentones, padres de adolescentes treintañeros. Todos ellos peligrosos en un sentido u otro.

-Hay ciudades dentro de las ciudades.

-Y estas otras ciudades brillan y parecen flotar.

-Todo lo demás está lleno de basura. Hasta donde alcanza la vista. Sobre todo desde una montaña.

-Las montañas también están llenas de basura. Ya nadie sube al K2.

-Hay millones de personas que viven dentro de la basura. Son la basura.

-Los otros no.

-Bernard Monterosso de momento solo es una porquería.

-A él ya no le gusta Nueva York.

-Dice que el gobierno tan solo es un empleado mas de las grandes corporaciones. Se emborracha y entonces lo dice.

-Pero nadie le escucha.

-También dice que por fin los grupos terroristas se dedican a hacer lo que deben hacer: sembrar el terror.

-Y que los gobiernos aplauden su falta de ideología o fines políticos.

-A nadie le importa nada.

-Los nudos concéntricos de la serpiente son como los nudos concéntricos de la ciudad. Y su cabeza brilla. Nada más brilla y siempre es de noche.

-Solo brilla la Estación Espacial Internacional. Abandonada treintaicinco años antes con ocho tripulantes a bordo. Las luces del cielo ya no interesan.

-Hasta donde alcanza la vista, la basura. Después, la jungla. La naturaleza se recupera prontamente. Es otro problema.

-Limitando con la jungla el primer círculo de la ciudad. Son todas iguales. Basura y oscuridad. Hay leones y leopardos.

-Hay cocodrilos y caimanes por todos lados.

-Los leones y los leopardos comen niños y hombres. Los hombres comen niños.

-Algunos niños comen a otros niños. La humanidad se ha vuelto antropófaga. También comen basura.

-El joven moreno y cabizbajo se dedica a matar gente.

-El segundo círculo limita con el primero. Aquí hay un poco de luz. Aunque sería mejor que no la hubiera.

-Aquí no hay tanta basura. Hay barro por todos lados. Y hay ratas por todos lados.

-Erik Zulueta tiene noventaidos años. Es la persona más vieja del segundo círculo. Todavía tiene fuerzas para cazar ratas. Es de lo que se alimenta.

-El Futuro es una estafa para 6.200 millones de personas.

-El pensamiento abstracto es casi una quimera. Una vuelta a más allá de las cavernas.

-La Noche de los Monstruos parece eterna.

-Una vez Bernard Monterosso estuvo en una de las brillantes casas del tercer círculo.

-Jamás ha podido olvidarlo.

-Casandra jamás hubiera visto este Futuro.

-Las madres dan pecho a sus hijos en el vertedero, y se acurrucan junto a ellos hasta que se duermen o se mueren.

-Después se los comen. U otros se los comen.

-Los perros han aprendido a no hacer ruido y nacen sin cuerdas vocales. Les va la vida en ello.

-En los brillantes edificios interiores tienen perros por mascotas, y gatos, y periquitos, y tienen hombres por mascotas.

-Ellos también han aprendido a no hacer ruido y nacen sin cuerdas vocales.

-Erik Zulueta tuvo dos hijos y cinco nietos. Todos murieron el año pasado y fueron devorados.

-El Terror es El Dios del segundo círculo.

-Nueva York también tiene sus propios Dioses. AntropofaGods.

Alas y cascos...

Veíamos caer a los astronautas. Caían desde las nubes, o más bien a través de ellas, y creíamos que eran ángeles.

Los chavales salvajes, que no creían en nada, los arrastraban o bien acorralaban a algunos de ellos y los molían a palos. Les destrozaban los cascos a pedradas, y el astronauta moría asfixiado.

La atmósfera que nosotros respirábamos a ellos no les servía. Sólo les servía nuestro amor. Nada de lo que ellos portaban nos servía a nosotros. Los chavales salvajes los mataban porque se aburrían.


Luego estaban las naves, destrozadas entre colinas de basura y escombros. Allí abandonadas parecían exoesqueletos...