martes, 29 de marzo de 2011

Formas del horror... (XX)

















En los primeros días de primavera uno va y se asoma a la ventana del tragaluz y se fuma un pitillo y las gordas gotas de lluvia caen y él piensa que ya estaba a salvo del invierno. Y entonces empieza a invadirle la sensación de que no. De que a salvo se está a lo sumo una ó dos veces en la vida.
Se traga lo que le queda de la cerveza. Apura el cigarrillo y baja de malos modos la guillotina de la ventana. Unos ruidos guturales salen de algún piso allá arriba.
Ya da igual. La luz de la farola se cuela en su casa y todo parece espectral.

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